martes, 31 de enero de 2017

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31 de enero
Soñé que se veía todo el reverso de las cosas y de las personas.

29 de enero
Soñé que el gato caía mal y se reconfiguraba: donde tenía la cabeza aparecía la cola y viceversa, y también le cambiaba de color el pelo.

28 de enero
Soñé que un chico que me gustaba venía de visita y me decía: "qué alargada tenés la cara hoy" y no era un piropo para nada.

27 de enero
Soñé que me regalaban una pollera con estampado de zorritos que me encantaba pero que ya sabía que no iba a  usar nunca.

24 de enero
Soñé que los departamentos tenían ventanas sin cortinas hacia el palier así que cuando entraba o salía alguien veía a todos los vecinos.

23 de enero
Soñé que en una reunión con una exjefa descubría que le iba bien en su matrimonio de años porque también andaba con una chica.

21 de enero
Soñé que producía capas de nácar en las palmas de la mano y las iba usando para hacer utensilios y pequeños objetos.

15 de enero
Soñé que me sacaba un tres en un examen en la facultad. (Terminé hace más de diez años y es la primera vez que sueño que estoy ahí otra vez)

13 de enero
Soñé que iba en misión a la Tierra y compraba una mochila de colores y, vuelta a la nave, la justificaba por el apuro pero me encantaba.

7 de enero
Soñé que estaba en el pasado pero tenía información del futuro.

4 de enero
Soñé que en las gradas en donde estaba por entrar el público a verme actuar había dos arañas grandes como una mano, hermosas y amenazantes.
Tenía que avisar al organizador antes de que llegue el público o podían envolver a alguien en su tela durante la obra o distraer a la gente.

2 de enero
Soñé que por fin resolvía cómo ordenar la biblioteca y pasaba horas acomodando libros. Qué desilusión despertarme.

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